Cuando era una niña, solía correr por el jardín con mis botas rojas, sintiéndome invencible. No eran simples botas; para mí, eran el símbolo de la valentía y la fuerza. Imaginaba que con cada paso, me acercaba un poco más a convertirme en una verdadera Sailor Scout, luchando contra las injusticias y protegiendo a los que amaba.

Las Sailor Scouts, con su coraje y sentido de la justicia, eran mi mayor inspiración. Cada episodio me enseñaba algo nuevo: la importancia de la amistad, la perseverancia y, sobre todo, el coraje para enfrentar nuestros miedos. Ellas no eran perfectas, pero siempre encontraban la fuerza para seguir adelante, sin importar las adversidades.

Si en tu infancia viste caricaturas como Mazinger Z, Robotech (Macross), Transformers, Astroboy, los halcones galácticos, es muy posible que eso haya detonado en ti un interés por la tecnología, por la ingeniería, o al revés, porque naciste con el don ese tipo de caricaturas te gustaban.

Si bien los coches voladores no han llegado y aun no podemos comprar un boleto a la luna, el mundo que soñábamos comenzaba a construirse de a poco y para estas fechas comienza a suceder el despertar de las grandes máquinas, de los robots y de la inteligencia artificial.

Va a ser difícil en este blog plantear que Bob Esponja es una caricatura que debas consumir. Es tanto como recomendar que comas una hamburguesa 🍔 (o Cangreburguer) y decirte que será un platillo saludable.

Tal vez la mejor hamburguesa del mundo sea la que no te comes, pero hagamos aquí una pausa… ¿Sería mejor el mundo sin hamburguesas? ¿Sería mejor el mundo sin Bob Esponja?